24 de marzo de 2017

Formación en competencias

Desde hace algunos años el Tecnológico de Monterrey, la institución en la que laboro, ha buscado enfatizar en sus programas de estudio universitarios el desarrollo de competencias. Pero, ¿qué es exactamente una competencia? Esta es la definición que el Tecnológico está actualmente manejando[1]:
Una competencia es la integración consciente de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que permite enfrentar con éxito situaciones tanto estructuradas como de incertidumbre y que puede implicar procesos mentales de orden superior.
Alternativamente, se puede decir de manera más sencilla que una competencia consiste en “saber hacer algo con los conocimientos aprendidos”[2].


Las siguientes son algunas características de una educación basada en competencias[3]:
  • Es un enfoque alternativo al enfoque predominante actual, el cual está basado en objetivos.
  • En lugar de enfatizar conocimientos enfatiza el desarrollo de competencias.
  • El aprendizaje deja de ser relevante exclusivamente en un marco meramente hipotético, sino que su relevancia se extiende también al mundo real.
  • Busca formar al estudiante de manera integral dentro de su contexto personal y social, y no únicamente en el aspecto profesional.
  • Va más allá de la comprensión de conceptos, abarcando también el dominio de procedimientos y el desarrollo de actitudes.
  • Requiere de una instrucción intencional y bien planeada por parte de los maestros, con el fin de brindar la mejor experiencia de aprendizaje.
En resumen, la educación basada en competencias está orientada a la formación del alumno y no solo a la transmisión de conocimientos.


Es importante no confundir el concepto de competencia con el de objetivo de aprendizaje. Por un lado, un objetivo indica qué queremos que nuestros alumnos sepan. Por otro lado, las competencias establecen la forma en que podemos tener la certeza de que efectivamente lo saben. Las competencias definen los conocimientos y habilidades que un futuro egresado podrá desempeñar de manera exitosa en el mundo real, mientras que los objetivos de aprendizaje son específicos a la instrucción de un curso en particular[4].


Según Brooks, la educación basada en competencias ofrece múltiples ventajas para los estudiantes[5]. En principio cualquier alumno puede:
  • Trabajar a su propio ritmo y en el horario que más le convenga.
  • Construir nuevos aprendizajes a partir de sus conocimientos previos.
  • Graduarse de manera más rápida y por tanto ahorrar dinero.
  • Obtener experiencia práctica del mundo real.
Por otro lado, existen algunas posibles desventajas[6]:
  • Se enfoca más a las necesidades inmediatas de los empleadores y menos en la preparación de los estudiantes para que puedan ser flexibles en un futuro incierto.
  • No es adecuado para aquellas áreas en las que resulta difícil prescribir competencias específicas o donde se requieran incorporar nuevas habilidades o conocimientos de manera extremadamente rápida.
  • Hace que el aprendizaje tome un enfoque objetivista.
  • Esta manera de aprender pudiera resultarle inadecuada a algunas personas.
Es importante también comprender la manera en que se clasifican las competencias:
  • De acuerdo a su alcance: pueden ser transversales o disciplinares.
  • De acuerdo a su ámbito o dimensión: pueden ser personales, interpersonales, sociales o profesionales.
  • De acuerdo a su ubicación en el currículo: pueden ser básicas, intermedias o terminales.
Finalmente, vale la pena comentar sobre la forma de documentar las competencias. Se sugiere redactarlas utilizando la siguiente estructura[1]:

Estructura de una competencia

Cada elemento del diagrama anterior se describe a continuación:
  • Verbo: ¿Qué hace?
  • Objeto: ¿Qué transmite?
  • Contexto o condición: ¿En qué contexto o bajo qué condiciones?
Por ejemplo, para un curso de introducción a la programación podríamos tener la siguiente competencia:
Resuelve un problema de programación a partir de un enunciado textual el cual requiera emplear una instrucción condicional if-else.
Ahora nos queda a los profesores del Tec de Monterrey el reto de aplicar efectivamente estas ideas a nuestra práctica docente cotidiana. Aún queda mucho por aprender, pero no deja de ser emocionante la expectativa de poder brindar a nuestros alumnos cada vez mejores experiencias de aprendizaje.

Profesores del área de TI del Tecnológico de Monterrey.
Reunión nacional de grupos colegiados por disciplina,
Monterrey, Nuevo León. Julio de 2015.


Referencias

  1. Vicerrectoría Académica del ITESM, Dirección de Programas Académicos. Definición y desarrollo de competencias. México, febrero, 2017.
  2. Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Diseño y desarrollo de competencias. México, 2016.
  3. Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Educación basada en competencias. México, 2015.
  4. Vasquez, Caroline. Competencies and Learning Objectives. Estados Unidos, mayo, 2011.
  5. Brooks, Ashley. 6 Benefits of Competency-Based Education that will Excite Adult Learners. Estados Unidos, abril, 2016.
  6. Bates, Tony. The strengths and weaknesses of competency-based learning in a digital age. Canadá, septiembre, 2014.

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